dissabte, 12 de juliol del 2014

La época medieval en Vinaròs (antes del siglo XIII). Breve resumen de su estudio

El Medievo es sin lugar a dudas una de las etapas históricas menos estudiadas de nuestro municipio, y que comienza a investigarse gracias a nuestros autores locales de principios del siglo XX, en este caso Rafels García y Borràs Jarque.

Respecto al periodo de la reconquista cristiana, el primero nos dice lo siguiente: “... trataron de alzarse en guerra; y reunidos en gran número cerca de Vinaroz comenzaron sus correrías y algaradas por los pueblos conquistados, hasta que cayeron sobre ellos las fuerzas cristianas al mando del bravo capitán Alonso Andrés que difundiendo el terror y espanto entre las filas agarenas, dejando el suelo cubierto de cadáveres, entraron victoriosos en Peñíscola”. Por otra parte, Borràs Jarque, nos ofrece un escenario más apacible y próximo a la realidad, pues la “toma” de Peníscola, se produce gracias a la rendición y entrega efectuada por los musulmanes que habitaban la localidad del peñón. De ahí que la intervención cristiana en esta zona, nada tuviera que ver con lo relatado por Rafels García. En este sentido Borràs Jarque menciona como “El Rei els doná fe conforme els rebia baix la seua sobirania protecció, dixant-los viure dins de la llur llei i costums, i confirmant-los els privilegis i llivertats que tenien” (Borràs Jarque, 1929, 24).


Parece razonable pensar que la población musulmana de este lugar no fue expulsada ni masacrada, ya que después de la reconquista, tenemos referencias que nos hablan de su presencia en este entorno, de modo que el propio Borràs Jarque nos cuenta como Beuter relata una revuelta de las gentes musulmanas que se encontraban instaladas en la Peníscola cristiana. Por ello nuestro cronista nos aporta detalles sobre el documento de dónde extrae esta información, concretamente cuando al remitirse al citado Beuter, nos habla de una carta, presente en el Archivo de la Orden de Montesa, en el libro de poblaciones (folio 13), donde se describe este suceso y su posterior apaciguamiento.

Aunque no será hasta medio siglos después, cuando surge una vertiente histórica más preocupada por intentar desmenuzar elementos vinculados con la época musulmana en Vinaròs. Su precursor, sin lugar a dudas será el prolífico historiador local, José Antonio Gómez Sanjuán, quien en diversos artículos, fuera a través de la prensa local o en revistas comarcales, impregnará un peculiar punto de vista sobre cuestiones variopintas que atañen este periodo histórico, es el caso del lugar que ocupó la primitiva alquería musulmana o que aspecto ofrecía nuestro medio por aquellas fechas.
Evidentemente José Antonio encendió la mecha sobre una temática que había estado olvidada durante varias décadas, y que gracias a posteriores eruditos de nuestro municipio, se fue divulgando y planteando desde una perspectiva más rigurosa, especialmente en posteriores trabajos de ámbito municipal (Miguel Ángel Baila o Arturo Oliver).
El principal escollo con el que nuestros autores locales habrán de lidiar en el momento de plantear la reconstrucción histórica de ese antiguo Vinaròs, estribará en la ausencia de un registro arqueológico en el casco antiguo de la población, ya que éste será el que le de cierta rotundidad a las hipótesis que principalmente irá formulando José Antonio.

Durante estos días se ha escrito una nueva página en torno a dicha cuestión, gracias al análisis efectuado sobre unos restos humanos que se hallaron en la plaza parroquial. De ellos, lo más importante, han sido sus resultados, por lo que se ha llegado a la conclusión de que estos pertenecieron a una mujer, que de acorde al intervalo cronológico atribuido, la situarían durante finales del siglo X – principios del XI, es decir, una primera prueba fehaciente, que vuelve a alimentar el interés por muchas hipótesis como teorías que se han ido divulgando en cuanto al aspecto que por aquellas fechas pudo tener la alquería musulmana de Beni-al-Arós, y de la que nuestra nueva fundación cristiana, aprovechará tanto su emplazamiento geográfico, como el mismo nombre con el que hoy todavía la seguimos designando.

David Gómez de Mora